Tengo amigos que se sorprenden al saber que en Alemania se hacen vinos. Pues si, si que se hacen y en el caso de los blancos hay que reconocer que lo bordan. Voy a comenzar con una pequeña introducción a lo que son los vinos alemanes. Las zonas productoras alemanas se encuentran casi en el extremo norte para que se pueda dar la maduración del vino y puede que sea esta una de las características que le confieren ese carácter tan especial. En estos vinos siempre juega un papel importante el equilibrio entre el azúcar y la acidez, permitiendo en las buenas añadas vinos de auténtica clase mundial.
Los viñedos se encuentran principalmente en las escarpadas orillas de los ríos Mosela y Rin. El clima a orillas del Rin es siempre mas suave, los inviernos son menos fríos y esto facilita en cierto modo el cultivo de la vid. La variedad principal es la fabulosa Riesling, capaz de expresar terruños como pocas uvas, seguida de la menos arriesgada y productiva Müller-Thurgau y la Silvaner. Eso en blancas, en tintos domina la Spätburgunder (Pinot Noir) que ha triplicado su área de plantación en los últimos años (¿cosas del cambio climático?).
La nomenclatura de los vinos alemanes puede resultar algo complicada, no solo por los interminables palabros en alemán, si no también por la cantidad de clasificaciones que hay. Vamos con un pequeño vocabulario explicativo de lo que nos podemos encontrar en una etiqueta. Lo primero es si se trata de un QbA o un QmP (me salto los Tafelwein o Landwein, categorías básicas de vinos de mesa):
-Qualitätswein bestimmter Anbaugebiete (QbA): La traducción viene a ser vino de calidad de una región de producción determinada. Algo así como un vino con denominación de origen, pero de calidad básica (y muy variable entre firmas). Se permite chaptalización (adición de azúcares al mosto).
-Qualitätswein mit Prädikat (QmP): Vino procedente de uvas naturalmente maduras. No se permite chaptalización. Dentro de esta clasificación, dependiendo del grado de maduración con que se recoge la uva tenemos:
Kabinett: Suelen ser secos o semi-secos y llegar a ser grandiosos vinos.
Spätlese: Traducción literal, «vendimia tardía», mas corpulentos que los kabinett, pueden ir de completamente secos a dulces.
Auslese: De uvas mas maduras que los spätlese, casi siempre con azúcar residual, aunque hoy en día también se encuentra la versión totalmente seca. La guarda para los dulces se hace casi indispensable.
Beerenauslese (BA): Elaborados a partir de uvas botrytizadas (un tipo de podredumbre). Dulces y magníficos.
Eiswein: Vino de hielo. Se elabora a partir de uvas (de calidad BA o TBA) que se congelan en las cepas de forma natural. Muy dulces, pero, en los buenos ejemplos, con una gran acidez, son vinos extremos. Cada vez mas escasos, debidos a este supuesto cambio climático.
Trockenbeerenauslese (TBA): Elaborados a partir de uvas botrytizadas y pasificadas recogidas a mano y seleccionadas grano a grano. Son vinos caros y escasos, una joya que suele venir en pequeñas botellas y que constituyen experiencias inolvidables en los mejores casos.
Luego vendría otra etiqueta, un poco en paralelo, que sería la de Grosses Gewächs (Erstes Gewächs en Rheingau), que corresponde a vinos secos, de gran calidad, con un grado de maduración mayor que los Spätlese y que proviene de un pago privilegiado (Erste Lage, viene a ser algo como el grand cru francés).
Menudo lío de palabros. Si además viene seguido de la palabra Trocken, es que se ha fermentado completamente y no se ha dejado nada de azúcar residual. Si además la cápsula es dorada y el precio es muy elevado, eso no es casualidad. Se trata de alguna cuvée que les ha quedado especialmente bien y la marcan con esa cápsula (Goldkapsel). Cantidades limitadísimas y precios elevados garantizados. Si encima esa cápsula es mas larga de lo normal, pues todavía mas caro y mas limitado. ¡Como son estos alemanes!
Menudo rollo, vamos con los vinos de Barzen. Bodega situada en la localidad de Reil (la foto de arriba), donde la familia Barzen elabora vinos desde hace mas de 500 años. Suelos pizarrosos y cepas viejas en inclinadas pendientes según la tradición alemana. Y estos son los que he probado, de momento:
Barzen Spätlese Trocken, 2006. (12.5%).
Amarillo pajizo con leves reflejos verdosos. Brillante.
Bonita nariz muy varietal, notas citricas, algo de piña, pera tendral, tambien asoman algunas flores blancas y un fondo de imponente mineralidad, pedernal.
En boca es completamente seco, al principio muestra restos de carbónico, pero rebajándolo en la copa deja ver un vino con peso, con una marcada acidez y dejando un agradable final mineral. Muy buen vino para comer con él y buena RCP.
Barzen Auslese Trocken, Alte Reben, 2005. (13.5%). Alte Reben hace referencia a que se elabora a partir de viñas viejas. La nota de cata de este vino es de las que he perdido. Me queda otra botella, por suerte. El caso es que el vino estaba impresionante. Se bebía de maravilla y con la aireación se venía cada vez mas arriba. Mineralidad marcada, pero en equilibrio con una fruta muy bonita en nariz. Seco en boca y con excelente acidez y corpulencia. Largo, invitaba a rellenar la copa.
Barzen Auslese, 2003. (8.5%).
Aparece con un bonito color amarillo pajizo pálido muy brillante.
Nariz muy cambiante. Lo abrí unas 6 horas antes del consumo, pero dejé un par de copas en la botella que bebí 3 días después. Desde el principio muestra una nariz muy interesante. Comienza mas frutal, con fruta blanca, algo de cítricos, alguna nota de azahar y con la mineralidad al fondo, que conforme pasa el tiempo va tomando mas y mas presencia. 3 días después, incluso empieza a dar alguna nota de aceite de máquina y algunas notas terrosas de champiñón, bastante marcado.
En boca sufre de lo mismo que casi todos los 2003 alemanes, tiene buena acidez, pero puede que algo corto (comparativamente con otros alemanes de otras añadas, quiero decir). Lo guardaría unos años mas para ver como va integrando el azúcar con la acidez. Acompañó perfectamente a un mi-cuit de foie (en muy bonita armonía).
Y termino con una reflexión-duda. Los vinos alemanes y ese dulzor, han provocado que durante años fuesen descartados por los consumidores, ya que no casaban bien con la comida o al menos eran complicados de maridar. Parece que los jóvenes elaboradores alemanes están tratando de ganar mercado embotellando cada vez mas vinos completamente secos. Nada que objetar, son vinos que se beben de maravilla, que acompañan la comida muy bien. Pero, ¿como envejecerán? ¿Llegarán a la excelencia de sus versiones dulzonas? Yo, personalmente, creo que sigo prefiriendo un buen kabinett, con su graduación bajita, con su puntita de azúcar residual, creo que a 10 años vista, ganaría a un auslese trocken o a un spätlese trocken. No se, no tengo experiencias con las versiones secas envejecidas. Si alguien tiene, me que corrija. Y si no, ya experimentaremos.
Olvidaba, estos vinos solo se venden en Alemania y en España. Podéis encontrar información sobre su distribución en la web de Barzen, donde encontraréis mas interesantes informaciones sobre esta bodega, completamente en castellano! También he encontrado los vinos en Coalla y en Reserva y Cata en Madrid.
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