«Me preguntas en qué latitud y longitud me encuentro; no tengo ni idea de qué es longitud y latitud, pero son dos palabras fantásticas»
Me permito tomar prestadas estas letras del libro «La Carta Esférica» (Arturo Pérez-Reverte) para introducir este post, que tratará de unos vinos que desde mi punto de vista se encuentran alejados de las líneas habituales del mercado, perdón, quería decir «del mercado». No son vinos anónimos, si no vinos con personalidad acusada. Son de un lugar, lo muestran y demuestran.
Ya me conoceis unos cuantos y sabeis que desde luego no soy (ni pretendo) nada parecido a un catador. Soy bastante torpe para situar los vinos, tanto por la variedad de la que puedan estar hechos, como su lugar de procedencia, año, etc. Lo cual no obsta para que reconozca la mencionada personalidad en estos vinos pues esta resulta patente. Son de un lugar. Se situan con sus raices y te situan a ti al beberlos. Son vinos, como digo, con latitud y longitud.
Hagamos un poco de cross-blogging. En fechas recientes, en el blog del amigo Joan Gómez Pallares , se habló del Tondonia Rosado de López de Heredia y en unos de los hilos que surgieron comentaba yo que tenía por ahí guardada una botella del ’93. Una cosa lleva a otra y como quiera que Olaf y yo teniamos pendiente quedar un día para hacer un intercambio de botellas y él decía que a Sara también le gustaba este vino le comenté que se podían pasar un día a comer tranquilamente y abririamos esta botella. Dicho y hecho, buscar fecha, ir y venir de botellas, cocinar algo razonablemente solvente y pasar un rato agradable.
Comencemos entonces con los vinos…
– Viña Tondonia Rosado Crianza 1993. Bodegas López de Heredia. DOC Rioja (7,75 EUR)
¿Qué puedo decir de esta bodega? Es historia muy viva del vino en La Rioja y por ello en España. Fieles siempre a su estilo y forma de hacer en unos tiempos en los que lo más fácil es subirse a algunos carros. En tiempos en los que algunos decidieron cambiarlo todo para no cambiar nada, López de Heredia parece que decidió no cambiar nada para cambiarlo todo.
Un vistazo a esta foto nos dice bastante de ellos ¿verdad?
Dada la edad que tiene el vino la puse en posición vertical el día antes y, haciendo caso a un consejo reciente de Manuel Camblor, fue decantado dos horas antes. Como primera observación destacable está el color. Impecable y limpio, sin rastro alguno de evolución. Su acidez habitual que junto a los aromas oxidativos le son inherentes vienen acompañados de aromas a chocolate blanco, cáscara de naranja seca, toques de hojarasca húmeda, sotobosque y esa gama organoléptica relacionada con los hongos… Fascinante. No hay el más mínimo atisbo de cansancio ni declive en este vino, parece tener vocación de inmortalidad. Está en plena forma. Reconozco que vinos como este son difíciles y ciertamente pueden constituir un gusto adquirido. No obstante es un vino de una personalidad absoluta y desde luego quiere formar parte del retrato de Dorian Gray.
– Eric Texier Côtes Rhone St. Gervais Le Cadinnier 2000 (9 EUR)
Hace ya mucho tiempo leí recomendaciones acerca de los vinos de Eric Texier. Tardé años en localizarlos y cuando lo hice fueron apenas tres botellas. Buena parte de su filosofía de vida respecto al vino la podeis encontrar en su web http://www.eric-texier.com/
Como podeis observar hace vino en diversos lugares como Mâconnais, Ródano Norte y Ródano Sur, y en estas zonas hace distintos vinos hasta un número de veintidós.En el caso que nos ocupa se trata de un vino hecho de garnacha con una edad media de 80 años, en laderas de orientación sur con suelos de caliza, arcilla y grava.
Creo que en muchos casos los mensajes de «filosofía del vino» por parte de muchas bodegas son tan reiterativos que se pierden en un océano de mediocridad y aburrimiento. ¿Porqué iba a ser distinto en este caso? Este vino habla por sí mismo. Franco, ligero, desplegando su presencia en varias capas. Multidimensional. Cassis, especiados, guindas en licor, bosque bajo, ahumado escondido, violetas…. Te hace volver a creer en que existan vinos con bouquet. No me refiero a esos vinos que huelen como un muestrario de tarritos de aromas o aquellos que son como pasear por la sección de perfumes de unos grandes almacenes. No, me refiero a ¡vinos con bouquet! No sé si este vino seguirá evolucionando, pero desde mi punto de vista está en un momento de madurez espléndido.
– Barzen Auslese 2003. Weinhaus Barzen. Mosel-Saar-Ruwer
Auslese, Beerenauslese, Trockenbeerenauslese… Es indudable que la vinicultura en Alemania es de las más particulares que se pueden encontrar. Tan indudable como que en ocasiones puede resultarnos algo confuso el comprender sus términos. Una buena y sencilla guía la podemos encontrar en este post anterior de Olaf: http://olaf-unomas.blogspot.com/2008/01/weingut-barzen.html
Hasta ahora sólo he probado riesling secos, pero gracias a la generosidad de Olaf y Sara pude probar este Auslese el cual me ha resultado un vino dulce distinto a aquellos a los que estoy acostumbrado. Destacaría su muy buen equilibrio, en ningún momento resulta empalagoso con un dulzor que está ahí sin estar. Además con un grado alcohólico de poco más de 8 grados te puedes beber la botella sin darte cuenta.
Como decía al principio: Latitud y longitud… ¡son palabras fantásticas!
Nota: Aun habiendo encontrado el párrafo inicial en el libro «La Reina del Sur» de A.Pérez-Reverte este proviene originalmente del clásico «Alicia en el País de las Maravillas» de Lewis Carroll
Créditos:
La fotografía de E.Texier proviene de la propia web http://www.eric-texier.com/
La fotografía de López de Heredia proviene del blog http://brooklynguyloveswine.blogspot.com/