El pasado jueves 16 de octubre se celebró en el palco de honor del estadio Santiago Bernabeu la presentación de los vinos >94 puntos de la guía Peñin 2009. Sin que sirva de precedente, por ahi va una foto del estadio madridista que me pareció un lugar muy adecuado para este tipo de evento. Buena temperatura, iluminación correcta, espacioso y bien atendido. Las copas Riedel Chianti, perfectas para estos actos. Lo malo, que hubo momentos en que escaseaban y tenías que vigilar para conservar la tuya. El único fallo que le pongo a la organización.
Llegamos sobre las 12 y media, con un buen almuerzo previo, para aguantar la jornada. Comenzamos saludando al amigo Jesús Barquín y probando las dos nuevas botas del Equipo Navazos, la de fino 15 y la de oloroso 14. La verdad, es que después de la 14, ya podía haberme marchado, puesto que difícilmente podría superar un vino así. Un vino radical, sería la mejor forma de definirlo, un oloroso muy viejo con una nariz de muy buena complejidad y una boca INMENSA que rompe esquemas. Solo puedo decir una cosa, ¡hay que probarla!
Comenzamos haciendo un recorrido de blancos que demostraron un nivel bastante bueno. Del Montsant llegaba un rico Dido blanco 2007. Un vino de macabeo y garnacha blanca, que mostraba una buena fruta madura, pero sin cansar, manteniéndose en todo momento fresco y muy agradable, buena mineralidad y madera apenas perceptible.
Seguimos con un vino que me alegró la mañana, el As Sortes, un vino, que hasta la fecha me tenía indeciso, mostraba una buena uva, pero la carga de madera se me hacía muy pesada. Pues este 2007, cambia, se vuelve mucho más puro y enfocado, tremendamente mineral, con una madera apenas perceptible y una estructura muy buena, ha conseguido transmitir muy bien hasta donde puede llegar un vino de Valdeorras. Olé por Rafael Palacios, además hablando con él ha demostrado muy buen criterio y muy buenas ideas, a seguir por ahí. Otros dos interesantes godellos de Valdeorras fueron los de Godeval. Mejor el que pasaba por las lías, ya que el clásico, creo que debe de estar falto de botella, ya que muestra una acidez muy desbocada que casi molesta (ya tiene que ser elevada para que yo me queje). Nos saltamos todos los blancos secos del stand de Ordóñez ya conocidos y no muy de mi agrado. Probamos un Chivite colección 125 Chardonnay agradable e interesante, aunque sigo pensando que demasiado caro para lo que da. Otro vino que pienso que ha mejorado en esta última añada ha sido el Capellanía de Murrieta. Lo veo bastante menos pasado de madera que en otros años, aunque ahora mismo planito en nariz y es que hacer un 100% viura… pues tampoco da mucho de si. Eso si, en boca muestra una buena estructura y pide a gritos ser abandonado en la botella una temporada. Algún esperpento de vino si que probamos, como el Enate Uno. No se si decir algo sobre este vino excesivo en todo, no solo en el precio. Daba la sensación de estar tragando concentrado de roble. Puede que sea una buena estrategia comercial (de eso no tengo ni idea), pero como vino, me resulta horroroso.
En tintos… no se que decir, cada año veo peor la cosa… Comenzamos valientes probando lo que teníamos alrededor, el Flor de Pingus 2006 no andaba mal, sin decir gran cosa, pero no ofendía (este año no hubo Pingus a go-go y ninguna de las veces que pasamos por delante tenían la botella abierta). Pero me dio por probar el Trasnocho… ahí mis dientes casi saltan de la boca y salen corriendo. Como si te golpeasen con un bate de baseball en la boca. Por suerte, el siguiente experimento salió bien. Paramos delante del stand de Ferrer Bobet y probamos una cariñena fresca y bonita, con buena mineralidad, sin hacerse pesada, huyendo de sobremaduraciones y maderas abusivas han conseguido hacer un vino realmente agradable con este Selecció Especial 2005. Pulido y frutal en el paso por boca, se podría beber perfectamente la botella entera en una cena en pareja, cosa no muy común en la zona. Además mantuvimos una conversación muy agradable e interesante con Sergi y Raül , veremos si todos esos proyectos que tienen entre manos acaban dando resultados tan interesantes como esta cariñena. Siguiendo en el Priorat, con René Barbier probamos el Clos Nelin 2006, vino que me suele gustar mucho, pero que en este caso estaba bastante cerrado, pero agradable, El Clos Mogador 2005, elegante y bien trabajado, para mi, de los mejores de la zona. L’Espectacle 2005, a pesar de ser decantado nosecuanto tiempo, seguía cerrado en nariz, pero agradable, sobretodo en boca donde mostraba muy buena fruta, un tanino suave y buena acidez, no esta nada mal esta garnacha (el precio, seguramente mejor no saberlo). Finca Dofí 2006, demasiado agresivo, no me gustó, L’Ermita estaba en un armario guardada y no la probamos, tampoco la buscamos demasiado). Como tampoco me agradó el Villa de Corullón 2005 de la mesa de al lado, tremendamente duro y maquillado por unos tostados que no dejaban ver ni un atisbo de la mencía. Mucho mejor ejemplo de una mencía en el Ultreia St. Jaques 2007 y es que sigo diciendo que la mejor mencía, la que no lleva madera. El Ultreia de Valtuille 2005, también tenía una buena carga de madera, pero si que dejaba adivinar sus orígenes, quizás con mas botella…
En Vega Sicilia el Alión y el Valbuena, que no me acabaron de convencer, sobretodo el Alión que daba unas notas de lata de anchoas no muy agradables. El Reserva Especial 90-94-96, mostraba muy buenas maneras, pero esta claro que no es ahora el momento de juzgar un vino así. Probé algunas cosas más de Ribera del Duero, pero no puedo decir que nada me resultase muy agradable, así que por no ser muy malo, mejor me ahorro comentarios. Atauta tenía muchos puntos en la mesa, pero no se, deben de ser vinos que no hablan mi idioma, porque no entendí nada de lo que me ponían en la copa.
Artadi Pagos viejos 2006 interesante, lo veo un pelín por debajo del 2005 que tanto me gustó el año pasado y El Pisón 2006, sin embargo lo veo mejor que el año pasado mostrando buenas maneras (aunque es difícil catar vinos tan crudos, como el Sequé, que estaba ahí, pero imposible de valorar por lo falto de botella que andaba). Sigo quedándome con el Pagos Viejos. Pujanza no lo probé, por mi reciente visita a la bodega (tengo pendiente el report de ese viaje). El Castillo de Ygay rva especial 2000, también se mostraba bien, para ser un bebé. El Dalmau me lo salté…
Sorprendente la Touriga con Syrah de Victor de la Serna, muy floral y con una boca comedida y agradable (no así el Finca Sandoval, que casi me resulta todo lo contrario) El dulce de vendimia tardía de Syrah con Moscatel, tenía una nariz muy interesante y resultaba tremendamente agradable y original. Había también una cabernet franc del Penedes que estaba bastante rica, mineral y con un paso por boca agradable, Pardas se llamaba la bodega. El que más me gustó fue el básico y tras ver que los tintos estaban bastante correctos, probamos el Xarello FB, que también resulto muy interesante, de corte mineral y con la madera bien integrada. En Castillo de Monjardin, probamos La Esencia de Monjardin muy rica, ese chardonnay de vendimia tardía les ha quedado muy bueno. Sin embargo, el Chivite rosado me resultó una gran decepción, muy corto en nariz y bastante aburrido, sobretodo para ese precio que tiene. Lo mejor del salón estaba por llegar. Cinco mesas reservadas para el último momento, además sin saturaciones y con explicaciones todo lo detalladas que quisieses por parte de gente como Eduardo Ojeda o Jesús Barquín. En Valdespino, Eduardo nos hizo un recorrido por sus VOS y VORS secos. Destacar el oloroso Solera 1842, un vino para cautivar e introducir a la gente en el maravilloso mundo de los vinos generosos andaluces, donde el cabeceo con PX se ha realizado de manera magistral, mostrando un equilibrio y una amabilidad en boca muy destacable. El Palo Cortado Cardenal y el Amontillado Coliseo son dos magníficos vinos, que deberían de estar en nuestras casas siempre disponibles para momentos de relajación y disfrute. En Barbadillo probamos la Manzanilla en Rama, que viene a gran nivel, como siempre (este vino es el que me hizo descubrir en su momento lo increíblemente bueno que puede llegar a ser una manzanilla, si no es castrada previamente). La Reliquia de Barbadillo, en su versión de amontillado, simplemente sublime, acompañó de maravilla a ese jamón que cortaban. Pasamos un rato muy agradable en la mesa de Pérez Barquero. Esta bodega muestra un muy buen nivel y una RCP muy buena en gama Gran Barquero (delicioso oloroso y amontillado). Pero tiene un PX de estos que enamoran, La Cañada, equilibrado y fresco. Acabé la visita al salón con un PX 1830 de Alvear, vino sublime del que hay que aprovechar toda oportunidad de probarlo, los PX viejos son uno de los mejores placeres que puede uno encontrarse embotellados y éste de Alvear puede que sea uno de los mejores ejemplos. Después de estos vinos, preferí no probar nada más y marcharme con el buen sabor de boca de nuestros vinos más característicos.
Sobre puntos y guías ya ha hablado mi compañero Jose en este enlace, así que me ahorro más comentarios.
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