Ya sabes que soy todo rarezas. Ya sabes que cocino y mido el tiempo en música. La pasta tarda apenas dos canciones en cocerse, el puchero lleva casi un disco completo haciendo chup-chup y el pececillo del horno lleva seis canciones tomando el sol.
¿No te sientes mejor canturreando que con ese absurdo tic-tac? Hace cuatro canciones que miro tu mirada y en una sola canción el plato estará preparado. Hoy tú pones la receta y yo buscaré en el morral en el que se mezclan vinos y sueños. Hoy tú pones el sabor de la certeza; tu certeza.
Este almuerzo se prepara en apenas una canción. Ayer se quedó desalando un lomo de bacalao, esta mañana se cocieron los huevos necesarios y cuando comenzamos a hablar ya se estaba enfriando la patata cocida.
Con los primeros acordes de guitarra, cajón, palmas, zambra y voz pelamos las patatas y huevos. Los picamos, claro, en el tamaño justo del bocado.
Lleva mediada la entrada del acordeón afrancesado y con el mejor instrumento para ello, las manos, desmigamos el lomo del bacalo. No llevamos la mitad de la canción y ya estamos terminando. Pelamos en vivo una naranja y la picamos en trozos similares a los anteriores. Por último, unas aceitunas negras picadas.
Disponemos todo ello en el plato con el mejor arbitrio, el del gusto, y cuando se van cerrando las últimas palmas nosotros las acompasamos con un hilo de aceite de oliva y pimienta negra recién molida.
¿En la copa? Cuentan que hay vinos cuyo sabor viene del desastre, de la catástrofe, de lunas que mienten en cuarto creciente, de piedras, de humo, de sol, de cielo y de mar….Hatzidakis.
Preciosa la idea de medir el tiempo con músicas.
Yo soy un adicto al reloj, pero también a la música. Una cosa va compensando la otra.
Saludos.
Cuestión de equilibrios. No queda otra, no obstante, que utilizar relojes y calendarios para sincronizarse, en cierto modo, con el resto del mundo. Peaje que hay que pagar para no prestarles atención alguna el resto del ¿tiempo? 😉
Saludos,
Jose
¿Canciones de Allman Brothers o de los Ramones? Porque en la diferencia se te puede quemar algún plato… 🙂
Buff… ahí cada uno va escogiendo qué cocina… Échale cuentas con algunas piezas de rock de los ’70, largas como un día sin pan (y sin vino), rollo flautas traveseras, ya sabes. O esos EP (hermanos de los LP y primos de los MC) de los ’80 compraditos en Simago o en Madrid Rock si eras pudiente… ¡Agotaban al más pintao y la mitad de una TDK-120! 😉
Por cierto, el Hatzidakis me lo comentaste tú. Muy rico este vino.
Saludos,
Jose
La música, el tiempo, la arquitectura. Tenía un profesor que comparaba piezas de música clásica con la arquitectura, nos hacía cerrar los ojos e imaginar los espacios con el ritmo de la música. Suena algo descabellado pero eran ejercicios muy interesantes.
Saludos
Primero, espero que todo bien allí en México. Acabo de leer que se ha movido la tierra allí.
Con respecto a la arquitectura, esta tiene también un sentido rítmico equiparable a la música o al vino. Se encuentran elementos arquitectónicos de líneas duras y afiladas como un muscadet, otros cuyas líneas curvas se balancean en nuestra retina, como las capas aromáticas y gustativas que se desplazan en capas en los vinos que resultan complejos. Líneas de tensión, contrafuertes y arquivoltas similares a las que encontramos en la música y en los vinos.
¿Cerrar los ojos para ver? Ese es un ejercicio vital.
Saludos,
Jose
No sabía que había temblado, me imagino que no fue nada de cuidado, las malas noticias corren pronto. Aquí todo tranquilo.
Un abrazo.
Me alegro de que esté todo en orden.
Saludos,
Jose
Buen vino, sí. A mi al menos me gustó y me resultó bastante curioso. Pena que no podamos beber vinos griegos o de otros sitios curiosos con más asiduidad.
¿De dónde os gustaría probar más vinos y no podéis encontrar en vuestro lugar de residencia?
Empiezo yo:
Grecia
Austria
Eslovenia
Croacia
Suiza
Desde luego es distinto al sota, caballo y rey; y distinto dentro de unos márgenes razonables, no en un sentido en el que por el mero hecho de serlo se convierta en algo destacable.
A todos esos paises, sí, claro que sí 🙂 y añado, p.j. Francia e Italia. No dejo de preguntarme si no vemos más que una puntilla ligera del iceberg de todos los vinos que realmente pueden merecer la pena de allí. En esas zonas (lo de los países y las banderas ya sabeis que me rechina) me temo que hay muchos vinos «tapados», y en las zonas que citas… están «tapados» por completo 😦 😦
Saludos,
Jose
Sí, José, de Francia, Alemania e Italia nos llega sólo una punta del iceberg, sobre todo de estos dos últimos países y se que nos perdemos muchas cosas (al probarlas allí) pero al menos tenemos una noción más o menos clara de las regiones más preminentes, pero ¿Cuántos vinos de Eslovenia, Croacia, Suiza, Austria u otras regiones europeas encontramos? No hablo ya de nuevo mundo, que en principio no me interesan, aunque seguro que alguna cosa interesante hay.
¿Cuántos? Uno… o ninguno y tirando por lo alto. El panorama es mejor (¿yo diciendo algo positivooooo? 😉 ) que hace una década, pero aun así es desolador comprobar como «las fuerzas vivas» de este negocio (por que esto es un negocio me vistan a la mona como me la vistan) se siguen llenando la boca con la cultura del vino de este santo país y tal y cual y pascual y recental… pero lo cierto es que sin ir más lejos, cogiendo esos paises que indicas, el panorama es realmente desolador y estoy seguro de que siendo regiones productoras ¡algo interesante tiene que haber!
Saludos,
Jose
En Eslovenia lo hay. Yo estoy convencido y tú creo que alguna cosilla has probado ya.
Y bien interesante que me resultó aquel Pikolit 🙂 Me la apunté mentalmente por si se vuelve a cruzar por el camino.
Como la Assyrtiko y cía. de ese Hazidakis comentado en el post y vaya, toda la que no sea parte de ese océano que inunda de vulgaridad las copas
Claro, que me reafirmo en mi sencillez… me parece encantadora la rusticidad de la Cabernet Franc.
Saludos,
Jose
Fantástica receta, mejor aún la puesta en «güeb»…
La memorizo, seguro que sale rica también con mis «tempos» musicales…
Es importante que cada uno encuentre sus tiempos.
Es una buena época ahora para esa receta; el momento en que se solapan las naranajas finales y el cuaresmal bacalao. Llegan unos, se van las otras.
Saludos,
Jose
Me estoy imaginando la preparación de un arroz con leche a fuego lento, pero creo que antes de terminarlo agotaría la discografía completa de Leonard Cohen…
Saludos,
Vaya Mariano… si el hacer un arroz con leche te ocupa toda la de Cohen…. el fuego es leeeeeento 🙂
Saludos,
Jose
El otro dia cenando en un griego en Berlin tomamos un vino bien rico también de Santorini y assyrtiko, sin nada de madera, bastante austero y mineral, pero con un paso por boca realmente impresionante, largo y con buena acidez. Me gustó mucho, pero no apunté el nombre.
Esta bien explorar vinos de otros lugares distintos a los habituales, sobretodo si te llevas sorpresas interesantes.
El otro día probé unos vinos de Georgia bien interesantes.
Saludos
Olaf
No deja de ser una lástima cierta el que lo que más se conoce del vino griego sea el Retsina. Seguro que como en otros tantos lugares habrá allí un mar de vinos mediocres y seguro basados en variedades mejodantes; seguiré «hociqueando» por las locales de cada lugar 😉
¿Georgia? vaya… ni idea de que vinificaban por allí ¿de qué variedades iba la cosa?
Saludos,
Jose
Jose, eres un campeón de la descipción de estados.
No es tan poético pero los yankis ya lo plasmaron en un flim: El Gran Halcón, sincronizaban los relojes cantando Sinatra…
Cada 2×3 (seis) suelo escuchar a Frank Sinatra. ‘My way’ siempre es inspiradora.
Abrazotes.
Jose
P.S. Castaña de película esa… 😉