Y en cada palabra, se esconde un otoño; las miradas esquivas, los besos al aire.
Otoño de miradas esquivas, de besos al aire, de caminar despacio bajo cielos azul sangre. Necesito el viento frío que mece la noche, las hojas secas, la lluvia, la bruma y la niebla, quizá también la nieve.
Mientras cocemos, picadas, las judías verdes y la zanahoria rehogamos, mansamente, la cebolleta, el ajo y unos daditos de jamón. A mitad de cocción de las primeras añadimos unas alcachofas al puchero y cuando estén casi cocidas, añadimos al rehogado unos ramilletes de brécol. Sí, no arrugues la nariz, todo verde y ¡todavía queda más! Unimos judías, zanahorias y alcachofas a este rehogado suave y en el mismo puchero cocemos muy brevemente unos guisantes. La mitad de ellos y una pizca del caldo los pasamos por la batidora para que nos hagan una salsa deliciosamente ligada. Unimos todo, finalmente, en esta cacerola para que se unan los sabores y ya en el plato añadimos unos cardos recién rebozados y unos dados de patatas fritas bien doradas. La menestra más sencilla, fácil y deliciosa que puedas probar.
¿Una copa de vino?. Por favor, claro que sí. Uno que se dice rosado y se pronuncia clarete; de esos vinos perdidos y que te encuentran para hacerte sentir que el otoño es hoy, es ahora, es nosotros, en este plato y en esta copa.
Naif. Hay palabras que sólo digo junto a ti. Almuerzo. Hay platos que sólo te cocino a ti.
Aunque nadie acuda para despedirlos, los barquitos de papel parten con cada ola.
Nota 1: Para la fotografía del plato he tenido que tirar de archivo buscando la última vez que cociné esta receta, ya que ninguna de las que hice en esta ocasión llegaban a ser ni medio presentables.
Nota 2: La receta original es de Lorentzero. Un pedazo de cocinero.
Nota 3: La fotografía que ilustra este post es mía.
Mmmmm… Qué bien huele… (y eso que no estoy en tu cocina!). Preciosa foto, que hace pensar que vives cerca y disfrutas de bosques generosos. Qué suerte. Gracias y un abrazo.
Hola Fernanda,
bienvenida de nuevo por aquí. Intentaba expresar lo increiblemente sencillo que es hacer una menestra con productos frescos y cuánto gana si se tratan los ingredientes por separado.
Y vaya, nada más lejos de la realidad eso de vivir cerca de un bosque. Vivo en un barrio de Madrid, pero intento encontrar algún momento de belleza cada día; algún rincón de calma que se pueda construir con un poquito de encuadre. Esas hojas son las que caen del árbol que veo desde mi ventana. Bajé a hacer la foto antes de que las barrieran.
Gracias a ti & abrazotes,
Jose
Hola Jose, somos de Turismodevino hemos buscado la forma de contactar contigo directamente por email y no la hemos encontrado.
Te queremos presentar nuestro II Concurso de relato breve. Está destinado a blogs y el tema es: “Mensaje en una botella para mi suegra”.
Esperamos que la temática te resulte atractiva y decidas participar. ¡Hay buenos premios!
Puedes encontrar toda la información en: http://turismodevino.com/blog/mensaje-en-una-botella-para-mi-suegra-concurso-de-relato-breve/
Un saludo.
Hola Sergio,
te lo agradezco, no obstante no me veo yo metido en un berenjenal suegril de ese calibre 😉
Gracias & saludos,
Jose
Puedes aprovechar la ocasión Jose para hablar bien de ella o inventarte algo que te deje en muy buen lugar…
Si finalmente te animas estaremos encantados de leer tu relato.
Un saludo y tienes un buen blog!
Hola Sergio,
no participaré, pero te agradezco el apunte.
Saludos,
Jose
Hola Jose, a ver si le das un poco de caña a este blog tan chulo, que lo tienes muy abandonado. Por cierto, me encanta la receta. Habrá que esperar tiempos más frescos para probarla 😉 Saludos,
Ferran
Hola Ferrán,
está complicado esto de escribir. No sólo hacerlo, si no aunarlo con recetas y vinos que merezcan un poco la pena para ser contadas. Y además sin repetir bodegas ni platos.
Saludos,
Jose
Muchas gracias por tu trabajo