Apenas encuentro tiempo para ponerme con la última entrega del viaje al Mosela, así que para no tener del todo abandonado el blog, aquí os dejo una pequeña entrada con comentarios sobre los vinos consumidos últimamente.
Comienzo con algunos vinos «de diario», de los que hace tiempo no hablo. Zantho St. Laurent 2007, Burgerland (13%), vino elaborado con una variedad que resiste tan solo en Austria y la República Checa (St. Laurent), aunque parece ser originaria de Alemania y emparentada con la Pinot Noir. El vino se muestra el primer día con una importante carga de fruta negra intensa en nariz y algún tono ahumado y de flores secas, con una acidez casi agresiva en boca. El segundo día mucho mas discreto en nariz, carne ahumada, mientras que en boca ha mejorado bastante, mas amable, tanino suave, ligero y con la acidez mas comedida, el final es algo amargoso y vegetal. Como curiosidad por 6€, no esta mal, pero no repetiré. Como curiosidad, viene con tapón de cristal.
Blanco Nieva Verdejo 2008, Rueda. Si, ya he encontrado donde abastecerme de los vinos de Pepe, a 7’90€ este verdejo, parece que los importadores de por aquí no meten el mismo palo que le meten en España a los vinos alemanes. Este 2008 esta exuberante en nariz, con notas de manzana, hierba cortada, canto rodado y algún deje tropical de fondo. En boca frescura y viveza marca de la casa, buena acidez y un final mineral. No cansa. Bien Pepe, muy bien.
Liante 2007, Salice Salentino. Vino de Negroamaro y Malvasia Nera de la zona de Puglia. Oscuro y amoratado en el color, fruta negra madura (no sobremadura), un punto ahumado y un fondo terroso agradable. Redondito en boca, correcta acidez y alcohol bien integrado. Se bebe de forma agradable y acompaña bastante bien a un plato de pasta. Correcto en su precio (9€).
Cingles Blaus, Octubre 2007, Montsant. Rojo amoratado, capa media alta. Frutos del bosque en nariz, algo láctico, alguna punta vegetal y pimienta negra. En boca goloso, acidez correcta y tanino completamente ausente. Un vino que se bebe fácil, no ofende, pero que podría ser de cualquier sitio y al final termina aburriendo. No repetiré. 7€.
A. Christmann Pfalz Riesling 2007. Magnífico vino. Ya van unas cuantas botellas y no me canso de él. La nariz es intensa, cítrica, pomelo maduro, algo de anis y mucho mineral. Gran acidez en boca, pide algo mas de botella, pero ya esta tan rico que cuesta mantenerlas sin descorchar. La fruta citrica, untosidad y un punto de azúcar residual (aunque trocken) casi necesario para equilibrar, largo y mineral en el final. No es excesivamente complejo, pero por los 9€ que cuesta, cumple sobradamente su misión. Todavía me quedan mas botellas. Mi vino del año 2009.
Domaine des Tours 2005, Vin de Pays de Vaucluse (12.5%). Rico vino básico de E. Reynaud, que se presenta con un rojo de media capa, nariz de frutos rojos, aceituna negra, especiado, cárnico y bastante rústico. Lo he compartido con compañeros del trabajo, a los que tanta rusticidad molestó un poco. A mi personalmente me gusta. En boca esta pulido y carnoso, con muy buena acidez y con esa fruta roja fresca y jugosa, combinada con una suave amargosidad. Rico y buen compañero de las cenas. A unos 9€, ya han caído varias botellas.
Joseph Drouhin Bourgogne Blanc 2008. Básico del confiable negociant por algo menos de 10€, merecía la pena probarlo. Amarillo pajizo brillante. Fresca nariz, aromas citricos y de fruta blanca, suaves tonos de mantequilla y acacia. Rico en boca, untoso, con acidez y nervio, sin muchas complicaciones para acompañar una comida y disfrutar tranquilamente de él. Repetiré y habrá que ver que tal el tinto.
Y ahora dos cositas que me bebí con un par de compañeros de la Peña El Sarmiento en Lavinia justo antes de que metiesen en el avión camino a Valencia.
Clos des Corvées 1999, Priurée Roch, Nuits-Saint-Georges. No es la primera vez que bebemos este 1er Cru (Monopole de la bodega), pero buscando alguna botella para disfrutar de la tarde cuando David propuso esta, el resto dijimos que si inmediatamente. El color es el habitual de los vinos de esta bodega en la época Pacatet, rojo cereza de media capa, algo turbio… pero, ¿a quien le importa el color cuando el vino esta tan bueno? Nada mas abrir aparece algo animal, ligeramente suciote y reducido, pero rápidamente en la copa se va abriendo para mostrar una fruta roja intensa y fresca, flores, hojarrasca, especias tierra negra, muy complejo y agrdadable. En boca está magnífico, fresco, con un tanino suave, una acidez que otorga gran viveza al vino, frutal y largo en el final. De los que deberían ir siempre en magnum como mínimo porque se hacen cortos.
Nos quedamos con ganas de mas y entonces apareció David con una botella que había encontrado en la tienda de Domaine de Trevallon 1996. Tenía ganas de probar este vino de Provenza basado en la cabernet sauvignon y la syrah, así que un primer encuentro con una botella ya con 13 años parecía una buena oportunidad. Precioso color rojo intenso y brillante, clareando ligeramente en el ribete. Como he dicho antes, no es que me importen mucho los colores, pero este era realmente bonito. En nariz comenzó algo tímido y he de decir que no me terminaba de convencer al principio. La fruta se mostraba madura, casi pasificada, muchos higos, tengo aqui anotado, aunque en boca mostraba hechuras de vino serio, con buena acidez y profundidad. Con aireación el vino creció mucho (deberíamos haberle metido un ligero decantado). Sale una fruta mucho mas fresca, siempre tirando a negra y comienzan a asomar las especias para dar complejidad, algo de aceituna negra junto con notas de monte bajo, dejan claras pistas sobre la procedencia del vino. En boca esta en su punto, gran equilibrio entre los taninos y la acidez, largo en el final, invita a repetir. Disfrutamos bastante de este vino maduro por unos 30€, sin duda muy recomendable.
Y acabo con dos comentarios escuetos sobre dos vinos que tomé en Enópata en Valencia. Uno fue L’Arbossar de Terroir al Límit. Agradablemente sorprendido por este vino. Había escuchado buenas cosas sobre la bodega y al tenerlo en la copa se han confirmado. Un vino elegante, con un poco de todo en su justa medida. Un vino de los que no gritan y que muestra una nueva forma de interpretar el Priorat, huyendo de sobremaduraciones, de alcoholes excesivos o de asfixiantes tratamientos maderísticos. Tengo ganas de beber una botella en una comida para confirmar las sensaciones que me transmitió en la copa. Gran calidad. Anoche estaba tomando una copa del Hermitage de J-L Chave 2005 y he de decir que me recordó a este vino bastante. Después del Priorat, tomamos un Clos des Mouches de Drouhin 2005, que he de reconocer me decepcionó un poco. Puede que esté algo cerrado ahora mismo y que haya que esperarle, pero en nariz se mostró muy maduro, mas que el Priorat, casi rozando las tipicas notas de la fruta licorosa tan presente en muchas notas de cata de vinos españoles. La boca si que mostraba buen potencial, pero no se… con esa nariz ahora mismo si apostaría por este vino, aun a pesar de la confianza que le tengo a Drouhin.