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Archive for the ‘López de Heredia’ Category

Comparte el vino con la literatura el ser uno de los medios de transporte más curiosos de los que existen. Te permiten viajar en cualquier época del año, ya sea temporada alta o temporada baja. Es rápido, limpio y contamina bien poquito. Te permite viajar cómodo y ligero. Tú escoges cuándo, cómo e incluso puede que con quién.
Te permite además viajar en el tiempo, a vendimias pasadas, a situaciones vividas a momentos que vienen a tu memoria mediante el vino que estás bebiendo. Te permite no sólo viajar a lugares conocidos, si no que te permite volar en décimas de segundo a rincones y situaciones que nunca has vivido, que nunca antes has bebido. La niebla de una mañana en Toscana, el Atlántico batiendo la costa francesa o el levante alborotándolo todo en Sanlucar de Barrameda. Sí, sin duda el vino nos permite viajar a lugares que nunca has pisado y verlos claramente en cada sorbo, aunque para ello haya que cerrar los ojos. En ocasiones para ver las cosas con total claridad es necesario cerrar los ojos.

Análogamente a como ocurre con la literatura cuanto más viajas más ganas tienes de seguir haciéndolo. Este año he viajado por Loira, Burdeos, Alsacia, Champagne, Beaujolais, Mosela, Palatinado, Eslovenia, Niagara Falls… y también me he quedado más cerca, pues he tocado Rioja, Ribera del Duero, Penedés, Priorato, Montsant, Alicante, Valencia, Jeréz, Sanlucar, Bierzo, Castilla-La Mancha…. Algunos que se me habrán olvidado y otros muchos que no se me van a olvidar. ¿Muchos? ¿pocos? Ahora que lo leo en voz alta me doy cuenta de lo poco viajado que estoy, si bien y en cualquier caso siempre con la promisión de que lo que venga sea más y mejor que lo que se deja atrás. El siguiente viaje comienza cuando ha finalizado el anterior. Sigamos viajando. Sigamos bebiendo.

Este mes he viajado por los siguientes lugares:
– Colet Assemblage Extra Brut. Bodega Josep Colet. DO Penedes.
Degollado Oct/07
De color más cobrizo que en ocasiones anteriores, lo he bebido pensando en un Roscón de Reyes. Debo estar sugestionado por las fechas, pero le he encontrado notas de bollería, fruta confitada, almendras… Lo dicho, un roscón antes de tiempo.

– Viña Cubillo Crianza 2002. Bodegas López de Heredia. DOC Rioja (8.5 EUR)
Botella muy distinta a la que había bebido en alguna ocasión anterior. Frente a aquella estimulante botella anterior que invitaba a beber y más beber encuentro en esta un color evolucionado y aunque el vino estaba suficientemente correcto y bebible se mostraba ciertamente exhausto. ¿Se ha caido o mala conservación?
Hasta hace poco me había quedado con esta impresión, pero un post reciente del amigo Camblor me hizo enarcar convenientemente la ceja, pues como podeis leer no he sido el único al que le ha ocurrido esto. ¿Trígono de casualidades? Pues no te digo yo ni que sí, ni que no, veremos si seguimos tirando del hilo y esto ha sido un mero tropezón de botellas concretas.

– Viña Bosconia 1998. Bodegas López de Heredia. DOC Rioja (12.54 EUR)
Días de niebla y lluvia. Busco en la nevera algún vino, me encuentro con esta botella y con algo que no había reparado hasta hoy. La cápsula se encuentra ligeramente abultada. ¡Ay! me empiezo a inquietar. Lo compruebo y en efecto en algún momento esta botella había rezumado y no me había dado cuenta hasta hoy. En fin, para mañana es tarde, de modo que será cosa de abrirla a ver qué hay.
Bebo algunos sorbos mientras cocino, para comprobar, primero en el color y luego todo lo demás, que no está todo lo fresco que debiera estar a estas alturas. Una lástima. En cualquier caso sigue estando rico, con suaves tonos de «madera-LdH», guindas en licor, cuero, tabacalera y jabón de afeitado. Me rio mientras cocino los callos con garbanzos recordando las letras de Abraham García en las que decía que los callos, como los besos, o son con lengüa o no son. Se enfrían, de modo que soy yo quien dice ahora que Verba volant, los callos manent.

– Fuentespina 2007. Bodegas Fuentespina. DO Ribera del Duero
Sorprendente y sorpresiva sorpresa. Por un lado esta botello llegó en la habitual cesta de Navidad y por otrooooo… pues que es el segundo vino de Ribera del Duero que me gusta este año. ¡Que suenen los pífanos y timbales si’l vous plait!

Es un sencillo vino joven y me ha resultado bien agradable. Fruta roja, algo de chuches y nada de sobremadurez con un grado alcohólico contenido. Buscando por ahí parece que el precio anda entre los 4-5 EUR lo cual le haría tener una buena RCP.

– Marcel Lapierre Morgon 2006. AOC Morgon. (12 EUR)
Cuvée sin sulfuroso.
Congregose la animalidad toda en el interior de esta botella. Era el arca de Noé y no faltaba ni uno solo de los animales de la creación (he pasado lista «porsiaca»). Mortal para la pituitaria oiga. He mantenido el vino abierto durante cuatro o cinco días y no había más que olores animales en una cantidad absolutamente insoportable. Lamentablemente se ha ido por el fregadero.

– Itsas Mendi 2008. Bodegas Itsas Mendi. DO Bizkaiko Txakolina (8.9 EUR)
Un toque de primavera que me lleva junto al mar en este frío invierno. En este momento se encuentra muy disfrutable. Hierba recién cortada, hinojo, piña, un ligero toque amargo al final con un paso más denso de lo que te puedes esperar visto sus aromas tan frescos. Un vino muy vivo, alegre y jóven en este momento.

– Acústic 2007. Acústic Celler. DO Montsant (12.9 EUR)
Me ha dejado bastante indiferente. No voy a ponerme a buscar palabras para describirlo o para hacer un listado de descriptores al uso, porque lo cierto es que no me ha motivado a nada en absoluto. Un vino correcto sin más. Muy corto para el precio.

– Vega Almarana 2001. Hnos. Ortiz Granero, C.B. Vino de la Tierra de Extremadura.
Un vino invisible. Desde el momento en que el líquido toca los labios este se desvanece. Decir corto es quedarse idem. Beber y olvidar simultaneamente.

Interrumpo la programación habitual y en lugar de una nueva entrega de «¿Alguien sabe cómo sobrevivimos a los ’80?» os dejo con una canción que viene a mi mente en estas fechas (es que a mi la Navidad como que no…)

Nota: La imagen proviene de la galería de imágenes de FredArmitage en Flickr.

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«Me preguntas en qué latitud y longitud me encuentro; no tengo ni idea de qué es longitud y latitud, pero son dos palabras fantásticas»

Me permito tomar prestadas estas letras del libro «La Carta Esférica» (Arturo Pérez-Reverte) para introducir este post, que tratará de unos vinos que desde mi punto de vista se encuentran alejados de las líneas habituales del mercado, perdón, quería decir «del mercado». No son vinos anónimos, si no vinos con personalidad acusada. Son de un lugar, lo muestran y demuestran.

Ya me conoceis unos cuantos y sabeis que desde luego no soy (ni pretendo) nada parecido a un catador. Soy bastante torpe para situar los vinos, tanto por la variedad de la que puedan estar hechos, como su lugar de procedencia, año, etc. Lo cual no obsta para que reconozca la mencionada personalidad en estos vinos pues esta resulta patente. Son de un lugar. Se situan con sus raices y te situan a ti al beberlos. Son vinos, como digo, con latitud y longitud.

Hagamos un poco de cross-blogging. En fechas recientes, en el blog del amigo Joan Gómez Pallares , se habló del Tondonia Rosado de López de Heredia y en unos de los hilos que surgieron comentaba yo que tenía por ahí guardada una botella del ’93. Una cosa lleva a otra y como quiera que Olaf y yo teniamos pendiente quedar un día para hacer un intercambio de botellas y él decía que a Sara también le gustaba este vino le comenté que se podían pasar un día a comer tranquilamente y abririamos esta botella. Dicho y hecho, buscar fecha, ir y venir de botellas, cocinar algo razonablemente solvente y pasar un rato agradable.

Comencemos entonces con los vinos…

– Viña Tondonia Rosado Crianza 1993. Bodegas López de Heredia. DOC Rioja (7,75 EUR)
¿Qué puedo decir de esta bodega? Es historia muy viva del vino en La Rioja y por ello en España. Fieles siempre a su estilo y forma de hacer en unos tiempos en los que lo más fácil es subirse a algunos carros. En tiempos en los que algunos decidieron cambiarlo todo para no cambiar nada, López de Heredia parece que decidió no cambiar nada para cambiarlo todo.

Un vistazo a esta foto nos dice bastante de ellos ¿verdad?
Dada la edad que tiene el vino la puse en posición vertical el día antes y, haciendo caso a un consejo reciente de Manuel Camblor, fue decantado dos horas antes. Como primera observación destacable está el color. Impecable y limpio, sin rastro alguno de evolución. Su acidez habitual que junto a los aromas oxidativos le son inherentes vienen acompañados de aromas a chocolate blanco, cáscara de naranja seca, toques de hojarasca húmeda, sotobosque y esa gama organoléptica relacionada con los hongos… Fascinante. No hay el más mínimo atisbo de cansancio ni declive en este vino, parece tener vocación de inmortalidad. Está en plena forma. Reconozco que vinos como este son difíciles y ciertamente pueden constituir un gusto adquirido. No obstante es un vino de una personalidad absoluta y desde luego quiere formar parte del retrato de Dorian Gray.

– Eric Texier Côtes Rhone St. Gervais Le Cadinnier 2000 (9 EUR)
Hace ya mucho tiempo leí recomendaciones acerca de los vinos de Eric Texier. Tardé años en localizarlos y cuando lo hice fueron apenas tres botellas. Buena parte de su filosofía de vida respecto al vino la podeis encontrar en su web http://www.eric-texier.com/

Como podeis observar hace vino en diversos lugares como Mâconnais, Ródano Norte y Ródano Sur, y en estas zonas hace distintos vinos hasta un número de veintidós.En el caso que nos ocupa se trata de un vino hecho de garnacha con una edad media de 80 años, en laderas de orientación sur con suelos de caliza, arcilla y grava.
Creo que en muchos casos los mensajes de «filosofía del vino» por parte de muchas bodegas son tan reiterativos que se pierden en un océano de mediocridad y aburrimiento. ¿Porqué iba a ser distinto en este caso? Este vino habla por sí mismo. Franco, ligero, desplegando su presencia en varias capas. Multidimensional. Cassis, especiados, guindas en licor, bosque bajo, ahumado escondido, violetas…. Te hace volver a creer en que existan vinos con bouquet. No me refiero a esos vinos que huelen como un muestrario de tarritos de aromas o aquellos que son como pasear por la sección de perfumes de unos grandes almacenes. No, me refiero a ¡vinos con bouquet! No sé si este vino seguirá evolucionando, pero desde mi punto de vista está en un momento de madurez espléndido.

– Barzen Auslese 2003. Weinhaus Barzen. Mosel-Saar-Ruwer
Auslese, Beerenauslese, Trockenbeerenauslese… Es indudable que la vinicultura en Alemania es de las más particulares que se pueden encontrar. Tan indudable como que en ocasiones puede resultarnos algo confuso el comprender sus términos. Una buena y sencilla guía la podemos encontrar en este post anterior de Olaf: http://olaf-unomas.blogspot.com/2008/01/weingut-barzen.html
Hasta ahora sólo he probado riesling secos, pero gracias a la generosidad de Olaf y Sara pude probar este Auslese el cual me ha resultado un vino dulce distinto a aquellos a los que estoy acostumbrado. Destacaría su muy buen equilibrio, en ningún momento resulta empalagoso con un dulzor que está ahí sin estar. Además con un grado alcohólico de poco más de 8 grados te puedes beber la botella sin darte cuenta.

Como decía al principio: Latitud y longitud… ¡son palabras fantásticas!

Nota: Aun habiendo encontrado el párrafo inicial en el libro «La Reina del Sur» de A.Pérez-Reverte este proviene originalmente del clásico «Alicia en el País de las Maravillas» de Lewis Carroll

Créditos:
La fotografía de E.Texier proviene de la propia web http://www.eric-texier.com/
La fotografía de López de Heredia proviene del blog http://brooklynguyloveswine.blogspot.com/

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