El pasado 8 de marzo, después de la calçotada en Porrera, nos juntamos para cenar en torno a un tema, LA RIESLING. Lo que comenzó hace unos años entre Domi y yo como una propuesta por compartir un par de rieslings, al final se ha materializado en esta especie de orgía con La Diva que voy a tratar de relatar. Resumir este pequeño acontecimiento resulta complicado, ya que no era una cata en plan serio, si no que se trataba de una cena durante la cual haríamos un recorrido por esta variedad en los
distintos rincones. El acto comenzó con una rápida y didáctica presentación de Luis Pablo (Herr Direktor, en la foto) sobre la riesling en Alemania. Para a continuación comenzar con el desfile de vinos y platos. Aquí os dejo el listado de los vinos de la noche, 4 paises, 23 vinos distintos, 29 botellas y unos 25 adultos, si no me fallan las cuentas.
ALSACIA
Domaine Schoffit St. TehoboldGC Rangen, 2005
Dom. Ostertag Muenchenberg Grand Cru 2003
Gerard Schueller Grand Cru Pfersigberg 2004
Trimbach cuvée Frederic Emile 1999
Louis Sipp Vendnages Tradives GC Kirchberg de Ribeauville 2000
Trimbach VT 1998
Dopff au Moulin VT 1998
AUSTRALIA
Grosset Polish Hill, Clare Valley, 2007
AUSTRIA
Schloss Gobelsburg Riesling Heiligenstein Erste Lage, 2004
Weinrieder Schneiderberg Riesling Eiswein 2003, Austria
ALEMANIA
Saskia Prüm Trocken, 2006, Mosel
Espumoso de Barzen, Mosel
Schlossgut Diel, 2000 Riesling Sekt, Nahe
Barzen Auslese Trocken Alte Reben ,2005, Mosel
Maximin Grünhaus Trocken, 2006
Schossgust Diel Burberg Dorsheim GC (magnum), 2003, Nahe
Burklin-Wolf Ruppertsberger Gaisböhl GC, 2001, Pfalz
Heymann Löwenstein Röttgen Alte Reben GC, 2002, Mosel
Egon Müller Scharzhofberger Kabinet, 2006, Mosel
Egon Müler Scharzhofberger Kabinet, 1998, Mosel
Grans Fassian Trittenheimer Apotheke Riesling Auslese 1990 Godkapsel ***, Mosel
Barzen BA 2003, Mosel
Fritz Haag Braunberger Juffer Sonnenuhr Auslese, 1997, Mosel
Y aquí os dejo un mapa donde salen todos los vinos que se bebieron y donde he tratado de localizar todas las viñas que he podido de la lista. Recomiendo abrirlo en google earth para ver desniveles y fotos que hay colgadas de las viñas:
Ver mapa más grande
Comenzamos con los dos espumosos. El de Barzen, bastante discreto, pero el de Diel mucho mas serio. Es un espumoso original, completamente apartado de cavas y champagnes. Frutos secos en nariz, algo de lias, fruta blanca y alguna punta cítrica sobre una dominante mineralidad. En boca muy seco, contrasta con el leve dulzor de la nariz, marcada acidez y carbónico bien integrado. En retronasal aparecen notas de hidrocarburos, dejando un recuerdo mineral. Largo y peculiar.
Luego atacamos el Polish Hill 2007. Nariz tropical, piña y citricos, alguna nota herbácea, almendras amargas y un correcto paso por boca, correcta acidez. No pagaría lo que cuesta, muy normalito, quizás demasiado joven?
Saltamos a Austria con el Gobelsburg 2004, bastante intenso en nariz, fruta blanca madura, citricos, bastantes flores, buena mineralidad, curioso en boca, daba alguna nota amargosa ¡ de frutos secos, buena acidez y bastante largo, invitaba a repetir. De los que me gustaría volver a catar con calma.
Y pasamos a Alsacia. Los alsacianos secos, mostraron un buen nivel, pero para mi gusto, me quedo con la austeridad alemana. Estos vinos del sur del Rin, en ocasiones se me hacen algo pesados, alcoholes elevados que sobretodo me son mas molestos en boca. De todas formas hubo vinos muy interesantes. Como el Schoffit Saint Theobold, uno de los que mas me gustó, amplio, complejo, dulce por momentos en nariz, pero completamente seco en boca, con buena acidez y una mineralidad muy marcada. Muy largo y con personalidad. El Trimbach Cuvée Frederic Emile 1999, un vino curioso, dulzón y embriagador en nariz, con orejones y fruta madura, comenzaba a petrolear, pero luego golpeaba en boca con una marcada acidez. Guardé un poco para mas tarde y había mejorado mucho, ganando en complejidad en nariz y redondeando esa boca, que de salida parecía un poco falta de armonía. Con el Ostertag, llegaba un estilo distinto. Elaborador biodinámico, dejaba su impronta, creo que los que no tocan mucho el sulfuroso, confieren a sus vinos unas narices un tanto peculiares, que pueden gustar o no. Yo las tolero bastante bien y las disfruto, pero esa licorosidad puede molestar a mas de uno incluso algunas notas cetónicas, pero también estaban unas bonitas notas de pan recién cocido en nariz y alguna nota floral de azahar, notas cítricas de pomelo y minerales. La boca era mas corta que la nariz, buena acidez, pero decepcionaba un poco en general ante una nariz tan curiosa. Y otro de los que llevaba poco sulfuroso era el de Gerard Schueller Grand Cru Pfersigberg 2004, muy rico, calcareo en la nariz, marcada mineralidad, leves notas ahumadas, buena fruta madura, musculoso en boca, completamente seco y de nuevo devolvía esas sensaciones minerales de la nariz, en este caso arenosas. Bastante distintos los 4 vinos, me costaría decantarme solo por uno.
Y comenzaron los alemanes, primero unos básicos, que rindieron a buen nivel, como ese Saskaia Prüm Essence trocken 2006, que anunciaba un cambio de estilo, mas austeros, menos alcoholicos, mas fruta tirando a blanca y a citricos. Luego asómo el ya conocido Barzen Auslese Trocken 2005, seguido del
Schlossgut Diel Burgberg 2003, en formato magnum. El vino se decantó unas cuantas horas, pero conservaba bastante carbónico, a simple vista se hacía notar. Un vino bastante floral, con notas citricas y de piña madura, algo especiado y buena mineralidad, como a tiza. En boca, el carbónico me molestaba un poco, sobretodo porque me extraña que siendo un 03 esté todavía tan presente, buena acidez, completamente seco, sobretodo para ser de ese año, bastante largo. Y de Nahe al Palatinado, con el que fue para mi, uno de los vinos de la noche, el Burklin-Wolf Ruppertsberger Gaisböhl GC, 2001. La nariz comenzaba a petrolear sutilmente, entre notas cítricas, cáscara de naranja, pomelo, leves notas especiadas y mas mineralidad. Fresco en nariz, y en boca, donde muestra buena amplitud, acidez y mas piedras, completamente seco. Largo, para no cansarse de él, creo que esta en buen momento para comenzar a disfrutar de él. Había que seguir, transición hacia dulces que hicimos con el Heymann Löwenstein Röttgen Alte Reben GC, 2002, según parece en Mosela los grosses gewächs no son garantía de vinos completamente secos. Con Xgr de azucar residual, el vino aparecía con un color mas dorado que los anteriores, más maduro y goloso en nariz, intenso, mucha fruta madura, citricos, piña incluso algo de melocoton, hidrocarburos en armonia con notas florales y ahumados. Muy complejo. En boca marcada acidez, sobre el dulzor residual, perfecto y bonito equilibrio, mucha mineralidad pizarrosa y muy largo. Este fue otro de los que me impresionó, he de repetir.
Volvimos a Alsacia con unos vendimias tardías, maduros y excelentes. El Dopff del 98, unTrimbach del 98 y el Sipp Kirchberg de R. del 2000. Algo mas maduro y carameloso el Trimbach, quizas me quede con los otros dos, mas minerales y florales, con notas citricas que armonizaban el conjunto.
Y de nuevo Alemania, donde pudimos comparar la evolución de estos vinos, con un Egon Müller Scharzhofberger Kabinett del 2006 y otro de 1998. Por desgracia, al del 98 le faltó mucho aire para poder mostrarse, pero si que pudimos ver una nariz muy floral, frutal y agradable en del 2006, con el dulzor bien perceptible, tanto en boca como en nariz, estaba rico y disfrutable, pero, en cierto modo, era algo simple, carecía de la complejidad que la botella le da. Pero como digo, el del 98, estaba muy cerrado cuando le llegó el turno y daba pura gasolina, complicado encontrarle nada mas, se podía ver algo de jazmín y poco mas. En boca si que estaba delicioso, ya era prácticamente un vino seco, con su acidez, su mineralidad…
Y ya acabando, el que fué, para mi el vino de la noche, el Grans Fassian Trittenheimer Apotheke Riesling Auslese 1990 Godkapsel ***. Puro equilibrio en todas sus fases. Me cuesta describirlo por la complejidad y profundidad de su nariz. Frutos amarillos bien maduros, en equilibrio con frescos cítricos, flores, hidrocarburos, mineralidad a raudales. En boca más equilibrio, el azucar en perfecto equilibrio con la acidez, mucho volumen, mucha mineralidad. No te cansas de él.
Por ahí circulaba un beerenauslese del 2003 de Barzen. Nariz cítrica, punzante casi, con mucho pomelo y cáscara de naranja, tambien notas mielosas y una mineralidad bastante presente. Los hidrocarburos todavía no daban señales de vida. En boca, no se si se vió perjudicado por el vino anterior, o por las maldades de la añada, pero no acabó de convencerme, la acidez correcta, pero tenía una amargosidad y un dulzor demasiado presente. Me recordaba a mermelada de naranja (es lo que tengo apuntado).
Y un eiswein austriaco, el Weinrieder Schneiderberg Riesling Eiswein 2003, maduro, dulzon, pero agradable. Muy floral en nariz, con una boca untuosa pero con correcta acidez, mas dulce que el anterior, pero en este caso me ha parecido algo mas equilibrado. Creo que estos 2 últimos vinos tendrían que haberse bebido en otras circunstancias y a solas. Ya que era muy complicado competir con el equilibrio del Grans Fassian.
Y el último vino fue el Fritz Haag Braunberger Juffer Sonnenuhr Auslese, 1997, por desgracia hubiese necesitado mas tiempo para abrirse. Además aparecía por ahí un leve aroma a TCA, sin duda el vino no estaba en las mejores condiciones. A pesar de todo, aunque en nariz no aparecía muy expresivo, en boca si que dejaba claro que era un gran vinazo con gran equilibrio. Una pena, podía haber sido un broche final excelente, a los rieslings. Porque para rematar la faena, Fede había traido un Morgan’s Vintage Port 1970, que nuestro amigo Godoy consiguió abrir con maestría y que estaba excelente.

Bueno, lo pasamos muy bien. Quizás demasiados vinos para tan poco tiempo, que no permitieron disfrutar debidamente de las últimas joyas que aparecían (si algún dia vuelvo a organizar algo así, he aprendido la lección). He de recalcar que esto no fue una cata profesional. Que fue una cena con amigos, acompañada de vinos de esta uva que tanto nos gusta. Y espero que al menos nos llevásemos todos una idea de lo que esta uva puede dar en sus distintos suelos.
Quiero agradecer a Dominic por ser tan buena anfitriona, a Fede-Vidal por su ayuda organizativa, a Luis-Pablo y Damià por su colaboración, a todos los asistentes por sus aportaciones y su compañía y al personal del restaurante Can Carlets de Porrera por soportarnos y permitirnos estar «como en casa» en su restaurante.
En fin, mas vale tarde que nunca. Lo tenía medio escrito desde hace muuuucho tiempo, sobretodo las notas de cata, ya que las notas que tomé fueron muy escuetas. No había tenido tiempo de darle forma a todo.

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