Uno sabe que esta llegando a Champagne porque de repente las carreteras se vuelven blancas. Son los tractores los que pintan el asfalto de tiza al salir de los campos donde han estado trabajando. Los suelos de esta región son sumamente infértiles y áridos. En tiempos de Napoleón, Sir Walter Scott se refirió a esta llanura como la “piojosa Champagne”, por la pobreza que castigaba a sus aldeanos. Hoy en día, sin embargo, la región es conocida en el mundo entero gracias a un vino espumoso producido en las faldas de unas pocas colinas que salpican el llano, el Champagne.
Desde Chalons-en-Champagne, atravesando carreteras comarcales que surcan los campos de cereal (cosas del GPS), la entrada en la zona productora de las apreciadas burbujas, resultó en esta ocasión especialmente espectacular. Poco a poco se vislumbraba entre la neblina la Côte de Blancs, los letreros de la carretera apuntaban hacia poblaciones como Le Mesnil, Vertus, Avize, Cramant… reino de la chardonnay. Pero nuestra meta estaba en la otra orilla del Marne, al sur de la montaña de Reims, donde la pinot noir domina el viñedo. En pleno centro de Aÿ nos esperaba Pierre Cheval Gatinois en una acogedora sala de catas. Antes de comenzar a probar los vinos, dimos un paseo por los sótanos de la bodega donde descansan las bodegas mientras nos contaba aspectos de la bodega y la elaboración de los vinos. Este pequeño domaine pertenece a la familia Gatinois desde hace 11 generaciones y cuenta en la actualidad con 7 hectáreas de viñedo, principalmente pinot noir (90% aprox.), todas ellas en la localidad clasificada como Grand Cru de Aÿ. Pierre nos cuenta como las características de Aÿ, son idóneas para producir una pinot noir de primera calidad. Esta localidad se sitúa al sur de la montaña de Reims, con el viñedo en pendiente, conservando siempre esa preferente orientación sur, que va a facilitar la correcta maduración de la uva. Además los suelos arcilloso-calcáreos, de poca profundidad, que descansan sobre la roca caliza, se unen al clima de la región para producir una fruta muy aromática, floral y frutal que con la edad dará notas amieladas en unos champagnes bien estructurados, con una acidez fina y elegante. Producen unas 50.000 botellas al año de 5 cuvées distintas de Champagne y un vino tranquilo de pinot noir. La uva se prensa en una tradicional prensa vertical próxima al viñedo (la nave de elaboración se encuentra separada de la bodega de crianza que visitamos) y el mosto fermenta en depósitos de acero inoxidable, con levaduras seleccionadas añadidas. Los vinos tienen una crianza en rima de 15 meses para el brut tradition, un año mas para el brut réserve y cuatro años para el vintage. El degollado es manual a la volée. Y ya con la copa en la mano pasamos a probar los vinos.
Gatinois Grand Cru Brut Tradition. (90% pinot noir, 10% chardonnay) De color dorado, casi rosado, ojo de perdiz nos dice Pierre. Ese color delata el dominio de la pinot noir en la mezcla. La es nariz franca, frutal y floral, algo de frutos secos, de buena intensidad, fresco y agradable. En boca burbuja fina, frutosidad bien delineada por esa acidez que da alegría al vino, todo con la tiza de fondo. Ideal para abrir en cualquier momento que apetezca un Champagne bien hecho y sin complicaciones. Un vino para tener siempre a mano.
Gatinois Grand Cru Brut Reserve. (90% pinot noir, 10% chardonnay) En la etiqueta se leen unos nombres de fondo, que según nos cuentan, son los nombres de las viñas que tienen, un pequeño homenaje al viñedo. De nuevo ese bonito color en la copa. En nariz la mineralidad toma protagonismo, las notas frutales y florales siguen presentes, pero aquí hay un grado mas de complejidad y los aromas de bollería y frutos secos son más evidentes. En boca tiene muy buena estructura, una marcada mineralidad, cremoso, pero sin ser pesado, la acidez fina, como su burbuja. Y un largo final que invita a repetir. A mi me encanta comer con Champagne y este vino es un perfecto compañero de la mesa. Con esta estructura y versatilidad, es otro imprescindible de mi bodega.
Al preguntar por la añada principal que estábamos probando en estos non vintage, Pierre me contestó que ponen un especial esfuerzo porque no se aprecien diferencias entre los distintos lotes embotellados.
Gatinois Grand Cru Millesimé 2004. (100% pinot noir). Como curiosidad, este vino lleva un pequeño porcentaje de un clon de la pinot noir del que quedan muy pocos ejemplares. La bodega cuenta con una pequeña parcela de este Petite Pinot d’Aÿ, cuyas pequeñas cepas producen una uva de gran calidad y finura. El vino comenzó bastante cerrado en nariz (recién abierta la botella). No había prisa, la conversación con Pierre Cheval-Gatinois era amena y agradable (¿porqué será que detrás de los grandes vinos muchas veces hay grandes personas?). Conforme se abre, el Champagne destaca por su elegancia. La fruta es más madura y aparece en un segundo plano. Mineralidad a raudales, tiza y cal, sobre un fondo de frutos secos y cremosa mantequilla. En boca es un vino estructurado, ahora mismo un chaval que precisa de algo de botella para domar esa tremenda acidez. El carbónico es de gran finura, bien integrado. El final es largo y mineral. Un gran vino esperando su momento. No hay prisa, sobretodo cuando te queda alguna botella del 2002 en la bodega, vino que ahora mismo está magnífico.
Gatinois Brut Rosé. (90% pinot noir, 10% chardonnay). Este es uno de mis Champagne rosados preferidos. Hay mucho Champagne rosado decepcionante, pero aquí tenemos un vino que enamora. Se produce añadiendo entre un 8 y un 10% del Coteaux Champenoise tinto que elaboran a partir de cepas de casi 60 años de edad. Por tanto, es el único Champagne de la bodega que ha visto algo de madera (las barricas usadas que emplean para elaborar el vino tranquilo). Precioso color asalmonado, nariz muy floral y fresca en primera instancia. Luego salen notas de cerezas maduras, unos tonos ahumados que recuerdan posiblemente el paso por la barrica del vino. En boca es un vino que me emociona, con esas cerezas, ese suave tanino en perfecto equilibrio con la acidez, la burbuja fina y un final largo y mineral. Casi parece un Volnay con burbujas. Maravilloso vino.
Además, que nadie se asuste, estos champagnes tienen un precio comedido, sobretodo con respecto a la gran calidad que presentan. En España se pueden encontrar en tienda con precios que varían entre los 25 a los 50 € (aprox.) Vinos serios y bien elaborados.
Champagne Gatinois 7 rue Marcel Mailly, 51160 Aÿ, FranceTel: +33 (0) 3 26 55 14 26
Buena crónica Olaf,muy buenos estos Champagnes que tantas veces hemos probado.Como tu dices ese rosado es muy particular,me encanta.Todavia recuerdo esa noche en una disco de Quismondo muy famosa, a un hombre que habia por allí dando a degustar un Millesimé 2002 a la gente..
Pobrecillo, él que estaba haciendo promoción del Champagne y allí que se lo rechazaban, todos dándole al garrafón con cocacola. Menuda nochecita…
¡Ñam! 🙂 ¡Champagne! 🙂
Tengo curiosidad por esos vinos tranquilos de Champagne. ¿Lo probasteis?
Saludos,
Jose
No, me quedé con las ganas. No había ninguna botella a mano para probar en la bodega ese día.
En los restaurantes siempre ofrecían en carta (de otras casas)… pero teniendo un montón de opciones con burbujas para elegir a precios mas razonables que cuando pides un Champagne en cualquier otro sitio del mundo… siempre me decantaba por los espumosos.
En fin, habrá que volver.
Olaf
Es que el champagne espumoso es una tentación demasiado poderosa como para serle infiel con uno tranquilo.
Hablas de un clon de pinot noir utilizado en el millesime. ¿Tiene otro nombre ese clon?
Saludos,
Jose
Hola Olaf,
Menuda envidia de viajecito y de vinos, bribón!
No hace mucho pude probar (a ciegas) en un ‘concurso’ una botella de ese Millesimé pero de la cosecha 2000. Cómo no sabía que estaba bebiendo, y vi que tenía una magnífica acidez junto con un punto de autolisis, me decanté por un Gosset de mezcla… jojojojo eso dice mucho del Gatinois, normalmente no se me escapa el toque del pinot noir en los espumosos pues me resultan cargantes, demasiado sabrosos se podría decir… no en ese caso, fresco, atractivo, incitador!
Enhorabuena por el viaje, los vinos y, sobretodo, por compartirlo.
Un abrazo.
OG
PD: sobre lo de los vinos tranquilos de la zona, yo probé el pinot noir de Egly Ouriet y cada día estoy más enamorado de él. Una lástima lo difícil de encontrarlos por aquí, una lástima.
Sólo conozco Gatinois de oídas, pero leído lo leído, se merecen algo más que una oportunidad.
Me decís como andan de difíciles de encontrar?
Saludos.
Su importador para España e Victor Cardona:
http://www.flickr.com/photos/polakia/2968670767/sizes/o/
En la web de Vinialia (vinialia.com) ofertan toda la gama. No se en que otras tiendas locales se puede conseguir. Supongo que si contactas con Victor te podrá decir donde lo puedes conseguir.
Como dice Oscar, son unos vinos basados en la PN con mucha finura y elegancia. Nada cargantes, pero con buen carácter BdN. A mi si que me gusta bastante el estilo basado en las tintas en general.
Saludos
Olaf
¡Qué bueno está es Milesimé 2002!
Hace unos días abrí la botella y creo que ni cenamos, se nos olvidó lo que había en el plato. 😉
Lástima que no me quede más, porque ahora mismo está pletórico. Por cierto, hace un tiempo probé su Coteaux Champenoise 2002 (el tinto tranquilo) y es un vino muy interesante, pero que necesita más tiempo de botella. De todas formas, a mí lo que me ponen son las burbujas, el pasado viernes nos zampamos un Bollinger Grande Anée 1999 que estaba formidable.
Es tiempo de verano, tiempo de champagne (bueno y de riesling, de Jerez, de Loira…)
Un saludo,
Eugenio.
José, discúlpame la pedantería y el pepitogrillismo pero todos los champagnes son espumosos.
Nada que disculpar Aitor, pues era consciente del pleonasmo, pero quería que apareciera de ese modo dado que en la conversación estábamos hablando de vinos tranquilos de la región de Champagne, que serían ¿champagne no espumoso? 😉
Además de ese pepitogrillismo estoy totalmente afectado o como diría Joan Goméz: pejiguerismo 🙂 y me suele rechinar bastante eso del champagne espumoso, tanto como lo del champagne francés.
Saludos,
Jose
Hola Olaf, ante todo felicitarte por la crónica que acabo de leer ahora mismo, la verdad que has descrito la bodega y la zona muy bien, o como mínimo muy coincidente con las mias propias. Pero ya de paso y como me sucedió a mí durante bastante tiempo hasta que también me corrigieron, Aÿ pertenece a la Vallé de la Marne, aunque para mí sea más Montagne de Reims que V. de la Marne, pero bueno…
Por lo demás, muy bien, y por lo descrito parace que os mereció la pena la visita y los vinos… Los Coteaux Rouge (para mí el de Gatinois es de los buenos) son complicados, son vinos para guardar varias décadas, aunque probaré un día de estos algún Coteaux Rouge 2004 de los que tengo guardados, normalmente se muestran con muchos verdores y una acidez un tanto descarnada, además de que su precio normalmente se situa en la parte alta dentro de cada bodega, y esto es lo que normalmente como bien has hecho (bajo mi punto de vista) me hace preferir la mayoría de las veces tomármelo en versión con burbujas. Aunque sí es verdad que la mayoría de pequeños productores suelen ofrecer su Coteaux Rouge también a la lista de referencias de cada cual. De Coteaux Blanc he probado muchos menos pero me han parecido aún menos carentes de interés que los tintos.
Saludos.
Hola Victor, gracias por el comentario.
Si he puesto a pies de la montaña de Reims, porque es donde se encuentra, pero como bien dices, Aÿ, Cumieres, Hautvillers, Mutigny y demás pueblos ribereños se clasifican como Valle de la Marne… Pero bueno, son eso, clasificaciones.
Sobre los Côteaux… pues has dado en el clavo, al ver los precios, me decanto por los Champagnes, no puedo evitarlo. Pero como soy curioso, los tengo en tareas pendientes y ya probaré mas adelante.
Saludos
Olaf
Hola Victor,
aprovecho que pasas por aquí. En el Gatinois rosado ¿hay forma de saber la añada o fecha de degüelle?
Gracias & saludos,
Jose
Hola Jose, no, no hay manera de saberlo, salvo que Gatinois da un cupo de su Rosé 1 vez al año que es en septiembre-octubre y probablemente degollado unos tres meses antes, entonces ya es cosa de saber cuándo lo has comprado y dónde… Yo tengo unas cuantas de ese Rosé guardadas y hace unos meses abrí una de hará 2 años y pico (en breve serán tres) y puedo decir por el seguimiento que le he hecho de su evolución, ha sido brutal, empezando por unas grosellas en nariz y ligero dulzor residual del dosage, a volverse cada vez más serio en nariz mostrando en esta úlitma botella abierta unos toques minerales y florales que le daban mucha más seriedad al vino, acabando en boca con un carbónico muy armonioso y con una sensación ácida-cítrica que ha ido apareciendo en su evolución, sabiendo que se trata de un 100% Pinot Noir, parecía que esa acidez sería causa de una aportación de Chardonnay, pero no es así, lo he visto en los vinos de esta casa, esta sensación cítrica va apareciendo con la guarda y le aporta gran fescura al vino. El otro día abrí un Brut Tradition (el de menos crianza de ambos N.V.) de 2-3 años de guarda y estaba fantástico, con ese cítrico en boca y una sensación mineral fantástica que antes no aparecía, además de integrar mucho mejor esa sensación residual del dosage.
Por cierto, el Millésime 2004 que apareció en noviembre ahora empieza a desaparecer esa manzana evidente con la que empiezan los vinos de esta casa en su degollado reciente (que no me convence plenamente) y dejando paso a las sensaciones minerales y de algarroba, y con la sensación cítrica en boca que comentaba, empezando a «despertarse».
Así que por último, como suelo hacer e insistir, decir que los Champagnes mejoran y agradecen la guarda observando una evolución positiva, durante años, 2-3-4-5. Como son suceptibles de hacerlo cualquiera de los vinos que muchos de nosotros tenemos guardados en nuestras vinotecas y de los que tanto nos compensa el poder seguir esta evolución de los vinos. Así que reclamo ese espacio de guarda también para los Champagnes al menos para los que teneis una vinoteca, si alguien no guardase ningún tipo de vino no le diría nada, pero me cuesta mentalizar a los que tienen vinoteca y por lo tanto sensibilidad hacia la guarda de distintos tipos de vino y zona, de que le presten el mismo trato a los Champagnes que se los beben y disfrutan pero no los guardan. El Champagne, al menos Gatinois (muchos más evidentemente) mejora sensiblemente con la guarda, un N.V. de Gatinois con 2-3 años, sólo tiene tiempo de «ponerse» en su sitio y de evolucionar ligeramente en positivo, vamos que de oxidaciones y pérdidas de carbónico nada de nada, sólo una ligera pero apreciable evolución totalmente positiva. Para los Millésimé ya es cosa de décadas, dependiendo de la añada, claro.
Saludos.
Yo también le pregunté y me dijo que los numeros de lote no tienen nada que ver con las añadas, así que eso, la única pista, cuando compras las botellas (yo en los champagnes, y espumosos en general, suelo apuntarlo en la base de datos y en la caja).
Sobre la guarda… le pregunté a P-Ch-G sobre el tema. ¿Has hablado de esto con él? Porque no pareció muy convencido. Dijo que si que aguantan unos años, pero que una vez degollados, la guarda tampoco merece mucho la pena, salvo para el millesime.
Saludos
Un par de años tenía la botella que bebí recientemiente de este rosado y estaba bien rico desde luego. Lo encontré con esa acidez que comentas, acompañada de una cremosidad de lo más agrable y algún tono de monte bajo. Sí, estaba realmente rico.
Con respecto a la guarda no suelo tener prisa alguna en beberme el vino y sin problema lo guardo hasta que llega el momento que (a bulto) pueda parecer adecuado o sencillamente me acuerdo de que está por ahí en la vinoteca o en alguna caja.
Gracias por toooda la info & saludos,
Jose
Pierre Cheval, me comentó que si ha bebido añadas antigüas es por amigos suyos ya que él no guarda. Si consultas el libro de Richard Juhlin 4000 Champagnes, comenta que se trata de vinos con capacidad y necesidad de guarda. Mi opinión ya la he comentado, personalmente recomiendo tomarlos (los N.V.) con 2-3 años de guarda después del degüelle, para mí están mucho mejores con este tiempo, ya que como comento el dosage se integra al igual que el carbónico a la vez que se aprecian mejor los florales y el mineral, vamos que me encuentro con un vino mucho mejor definido e integrado.
A disponer Jose, recuerdo que el cupo de Rosé de hará ahora 3 años, el que comento tomé hará unos meses, estas venían con un corcho más corto de lo normal, como curiosidad. Coincido plenamente en la descripción que haces del vino, incluido lo de monte bajo… Claro, lo mejor sería que indicasen la fecha de degüelle, pero tendremos que resignarnos a ello. Pero si necesitas cualquier cosa que pueda ayudarte contacta conmigo, ya sabes que estoy a tú/vuestra disposición.
Saludos.
1000 gracias.
Saludos,
Jose
Coteaux champenoise es el término correcto para los vinos tranquilos de champagne 🙂
Chas gracias por el apunte Aitor 😉 Ya me parecía muy fácil eso de llamarlo Champagne Tranquilo.
Saludos,
Jose
Por casualidad -¡eh oui!- mi amigo Marco, conocedor de Champagne y muy aficionado de vinos de España, me ha traido, hace dos años, media docena de botellas del millesimé 2000, habiendo visitado la comarca con el gremio de catadores de vino del cual es sócio. Hemos consumido (sí, bebiendolos) eso vino a la edad de, digamos, ocho años de envejeciento. En mí juicio, aunque eran muy buenos, he concluido que habían, de poco, otrapasado su apogeo, algunas botellas ya más que otras, con algo de oxidación, color amarillandose hasta tonos dorados. Aunque a mí me gusta -por cierto- una aportación de Pinot Noir, se puede que era, siendo Champagne, uno de las razones de mi juicio sobre el vino. Dejamos cláro que se trata de un juicio algo duro, pues esos vinos no tienen nada que ver con muchos caldos de algunos grandes productores de marca internacionál.
Pablo
El color de los vinos de esta bodega, suele ser dorado bastante intenso, incluso en su mas tierna juventud. Un milesimé 2000 tampoco debería de andar mal en estos momentos, pero dado que no lo he probado, tampoco juzgaré.
Un saludo y bienvenido al blog.
Olaf
En Champagne, seguro, cada casa es cada casa y cada millesimé, idem. No obstante, «apenas» 10 años parece un tiempo bastante corto como para que el vino se encuentre demasiado evolucionado ¿no?
Saludos,
Jose
[…] hasta el siglo XVII cuando un monje llamado Don Perignion, en el norte de Francia, en la zona de Champagne, comprendió el proceso de fermentación de esta particular bebida. Así comenzó a elaborar […]